Las fuentes de contaminación interior que liberan gases o partículas al aire son la principal causa de los problemas de calidad del aire en interiores. Una ventilación inadecuada puede aumentar los niveles de contaminantes en interiores al no introducir suficiente aire exterior para diluir las emisiones de las fuentes interiores y al no expulsar los contaminantes del aire interior. Las altas temperaturas y la humedad también pueden aumentar la concentración de algunos contaminantes.
Fuentes de contaminación
Existen muchas fuentes de contaminación del aire en interiores. Estas pueden incluir:
- aparatos de combustión que queman combustible
- Productos de tabaco
- Materiales de construcción y mobiliario tan diversos como:
- Aislamiento deteriorado que contiene amianto
- Suelos, tapicería o alfombras recién instalados
- Muebles o gabinetes fabricados con ciertos productos de madera prensada
- Productos para la limpieza y el mantenimiento del hogar, el cuidado personal o los pasatiempos.
- Sistemas centrales de calefacción y refrigeración y dispositivos de humidificación
- Exceso de humedad
- fuentes externas tales como:
- Radón
- pesticidas
- Contaminación del aire exterior.
La importancia relativa de una fuente de contaminación depende de la cantidad de contaminante que emite y de la peligrosidad de dichas emisiones. En algunos casos, factores como la antigüedad de la fuente y su correcto mantenimiento son significativos. Por ejemplo, una estufa de gas mal ajustada puede emitir mucho más monóxido de carbono que una bien ajustada.
Algunas fuentes, como los materiales de construcción, el mobiliario y productos como los ambientadores, pueden liberar contaminantes de forma casi continua. Otras fuentes, relacionadas con actividades como fumar, limpiar, redecorar o practicar aficiones, liberan contaminantes de forma intermitente. Los electrodomésticos sin ventilación o que funcionan mal, o los productos usados incorrectamente, pueden liberar niveles elevados y, en ocasiones, peligrosos de contaminantes en interiores.
Las concentraciones de contaminantes pueden permanecer en el aire durante largos períodos después de algunas actividades.
Obtenga más información sobre los contaminantes del aire interior y sus fuentes:
- Amianto
- Contaminantes biológicos
- Monóxido de carbono (CO)
- Productos de madera prensada/formaldehído
- Plomo (Pb)
- Dióxido de nitrógeno (NO2)
- pesticidas
- Radón (Rn)
- Material particulado en interiores
- Humo de segunda mano/ Humo ambiental de tabaco
- Estufas y calentadores
- Chimeneas y conductos de humos
- Compuestos orgánicos volátiles (COV)
Ventilación inadecuada
Si entra muy poco aire exterior en los interiores, los contaminantes pueden acumularse hasta alcanzar niveles que pueden causar problemas de salud y confort. A menos que los edificios cuenten con sistemas especiales de ventilación mecánica, aquellos diseñados y construidos para minimizar la entrada y salida de aire exterior pueden presentar niveles más elevados de contaminantes en el interior.
Cómo entra el aire exterior en un edificio
El aire exterior puede entrar y salir de un edificio mediante infiltración, ventilación natural y ventilación mecánica. En un proceso conocido como infiltración, el aire exterior fluye hacia el interior de los edificios a través de aberturas, juntas y grietas en paredes, suelos y techos, y alrededor de ventanas y puertas. En la ventilación natural, el aire se mueve a través de ventanas y puertas abiertas. El movimiento del aire asociado con la infiltración y la ventilación natural se debe a las diferencias de temperatura entre el interior y el exterior, así como al viento. Finalmente, existen diversos dispositivos de ventilación mecánica, desde ventiladores con salida al exterior que extraen el aire de forma intermitente de una habitación, como baños y cocinas, hasta sistemas de tratamiento de aire que utilizan ventiladores y conductos para extraer continuamente el aire interior y distribuir aire exterior filtrado y acondicionado a puntos estratégicos de la vivienda. La velocidad a la que el aire exterior reemplaza al aire interior se denomina tasa de renovación de aire. Cuando la infiltración, la ventilación natural o la ventilación mecánica son escasas, la tasa de renovación de aire es baja y los niveles de contaminantes pueden aumentar.
Fuente: https://www.epa.gov/indoor-air-quality-iaq/introduction-indoor-air-quality
Fecha de publicación: 22 de agosto de 2022
